Marcos de Castro
Quizá sea bueno iniciar este artículo marcando el territorio de las ideas que pretendo transmitir, para que se entienda el contexto que lo encuadra: tres ideas-fuerza. Reducir tres afirmaciones a unas cuantas frases tiene el riesgo de abandonar matices, lo que puede reforzar cierto sentido de contundencia, lo que no se pretende. Pero, a pesar del riesgo, creo que es conviene explicitar estos tres ejes:
1º Toda empresa nada, vive y se desarrolla en el mercado. Según sea su capacidad de conquistar a los consumidores será su posibilidad de éxito. Nadie compra por ideología (quizá alguna minoría que conviene tener presente: los emergentes “mercados sociales” que sí convocan a grupos de personas cercanas a planteamientos cercanos a la solidaridad), y lo habitual es que la gente no se relacione con el mercado por afinidad conceptual. Esta fluctuación vital de la empresa, dependiendo de que los productos o servicios que ofrece convenzan al consumidor y sean capaces de competir con otras ofertas similares o de mejor calidad, es lo que condiciona la continuidad. Dicho de otra forma, si se pretende pervivir en el mercado hay que estar muy atento a las demandas del consumidor, a la competencia y a la capacidad de innovación de la propia empresa, estar atento y saber reaccionar. También, cómo no, ocurre esta dinámica en las cooperativas. Si escapan de esta ley la amenaza de su final estará cerca. Read More →